La creación de un personaje en marketing implica la creación de una representación semificticia de su cliente ideal mediante la realización de una investigación exhaustiva sobre sus datos demográficos, patrones de comportamiento, motivaciones y puntos débiles.
Esta información recopilada ayuda a comprender las necesidades y deseos de sus clientes con respecto a su producto o servicio.
Para desarrollar una personalidad integral, se pueden extraer ideas de varias fuentes de datos, incluidas encuestas a clientes, análisis de sitios web, interacciones en redes sociales e investigación de mercado.
Una vez establecida, esta persona debe guiar todos sus esfuerzos de marketing, desde dar forma a los mensajes hasta la elaboración de contenido y el diseño de anuncios.